Tegucigalpa, Honduras – Espresso Americano, la empresa más icónica del país en el sector del café, celebra con orgullo su 30º aniversario, consolidándose como un referente de calidad, tradición e innovación en Honduras. Esta celebración marca tres décadas de éxitos y una historia profundamente arraigada en los valores familiares, el compromiso con la comunidad y la pasión por el café.

Fundada en 1994 en el centro histórico de Tegucigalpa, Espresso Americano nació con el sueño de transformar la manera en que los hondureños disfrutaban del café. Su primer local enfrentó grandes desafíos, como la falta de hábito de consumir café más allá de lo tradicional y el desconocimiento sobre las nuevas variedades de café que la empresa ofrecía, como el expreso, el cappuccino y el macchiato. Sin embargo, gracias a la perseverancia, la visión y la calidad excepcional del producto, la empresa logró superar estas barreras y convertirse en pionera en la cultura moderna del café en Honduras.

Para su presidente, el ingeniero Eduardo Kafati, los inicios de la marca son un legado familiar marcado por su éxito empresarial. “Es el producto de como nuestra pasión por el café se convirtió en este fascinante proyecto empresarial. Nuestra pasión viene heredada por los abuelos y nuestros padres”.

A lo largo de 30 años, Espresso Americano siempre ha ofrecido café de la más alta calidad y ha creado productos innovadores que se han convertido en favoritos de los consumidores, como sus icónicas bebidas: Granita® de café, el Mochaccino® y la Frapuchatta®. Estos productos reflejan la capacidad de la empresa para adaptarse a los gustos de los hondureños y mantenerse a la vanguardia, trascendiendo por generaciones.

El impacto de la marca es un orgullo de equipo detrás de Espresso Americano, “gracias a ellos y a la confianza de nuestros clientes somos la marca número uno en la mente del consumidor. Hay personal que sigue trabajando en Espresso Americano desde la apertura de la primera tienda; esto nos llena de orgullo”, afirma Kafati.

Además, la marca se ha consolidado como un punto de encuentro por excelencia para amigos y familias, siendo parte integral de la vida cotidiana de los hondureños. Este impacto emocional ha llevado a que Espresso Americano sea reconocida recientemente como una Lovemark, un título que reafirma su conexión especial con los consumidores.

Espresso Americano mira hacia el futuro con la misma pasión y compromiso que marcaron sus primeros pasos, respaldado por una sólida estrategia de sostenibilidad y un enfoque constante en la excelencia. Más que una empresa, representa el sabor único de Honduras y la pasión de su gente, consolidándose como un referente en el mercado y un orgullo nacional que sigue llevando la esencia del café hondureño al corazón de todos.